Vivimos en una era de cambios acelerados. La pandemia de COVID-19 marcó el inicio de un periodo de “policrisis”, donde múltiples desafíos globales se
entrelazan: conflictos internacionales, crisis ambientales, inflación y una
incertidumbre económica que impacta la vida cotidiana. En este contexto, las
empresas han tenido que replantear su forma de operar, gestionar talento y
diseñar estrategias para atraer y retener a los mejores colaboradores. Pero,
¿están evolucionando las prestaciones laborales al mismo ritmo que estas
transformaciones?
Según estudios recientes, los millennials constituyen ya más del 35% de la fuerza laboral mundial y se estima que para 2025 representarán casi el 75% de los empleados a nivel global. Esta generación, conocida por su enfoque hacia el propósito y el equilibrio entre vida personal y profesional, está redefiniendo las reglas del trabajo, desafiando a las empresas a adaptarse a sus necesidades para evitar una alta rotación.
El nuevo panorama laboral exige beneficios alineados con las necesidades actuales
Las expectativas de los colaboradores han cambiado. La Generación Z, que está ganando presencia en el mundo laboral, valora aspectos como la salud mental, la equidad en la atención médica y el compromiso social de las empresas. Además, el encarecimiento del costo de vida ha hecho que beneficios como seguros
médicos, acceso a telemedicina y apoyos financieros sean factores decisivos para permanecer en un empleo.
Estudios recientes revelan que los empleados que sienten que su empresa se preocupa por su bienestar tienen hasta siete veces más probabilidades de considerar que trabajan en un entorno saludable. Sin embargo, a pesar de que el 88% de las empresas afirman fomentar una cultura de apoyo y cuidado, solo el 66% de los empleados percibe este compromiso. Esta brecha es un llamado de atención para los empleadores.
El impacto de los beneficios en la productividad y la retención
Un paquete integral de beneficios no solo mejora la calidad de vida de los empleados, sino que también genera resultados positivos para la empresa. Investigaciones muestran que el 72% de los empleados que reciben 10 o más beneficios son menos propensos a cambiar de trabajo. Además, el 82% de estos trabajadores reporta sentirse satisfecho y prosperando en su puesto.
En un mercado laboral donde la competencia por talento es feroz, las empresas que invierten en beneficios estratégicos no solo logran atraer talento, sino que fortalecen la lealtad de su equipo, reducen la rotación y mejoran su reputación como empleadores.
Cerrar la brecha: hacia una cultura de bienestar real
Para garantizar que los beneficios realmente impacten a los empleados, es fundamental escuchar sus necesidades y adaptar las prestaciones a las nuevas realidades. Algunas estrategias clave incluyen:
Las empresas que adoptan una cultura de bienestar genuina y accionable logran equipos más comprometidos, productivos y leales. En un mundo en constante evolución, los beneficios no pueden ser estáticos: deben ser una herramienta dinámica que impulse el crecimiento y el bienestar de los colaboradores.
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Imagen sugerida: Una ilustración que muestre a un equipo de trabajo diverso y feliz, con iconografías relacionadas con salud, bienestar y estabilidad laboral. También considerar poner una gráfica que muestre la correlación entre cantidad de beneficios y retención laboral.
Escrito por L. Rodrigo Montes de Oca Olvera.
CGO Integralis